Según cómo lo quieran decir, esta es una buena forma de disfrutar un buen pastel en la porción justa... o para repetir.
Inspirada en una receta de mi abuela y en la forma en que mi madre me enseñó a preparar este pastel a muy corta edad, horneo unas ricas Magdalenas de Zanahoria. Sé que el nombre no suena a algo muy apetitoso o por lo menos convencional, sobretodo a muchos niños que prefieren las cosas un poco más simples; pero una vez se prueba se repite (lo sé porque me ha pasado con muchas personas).
Esta no ha sido sólo la primera receta que aprendí a cocinar, sino que además es la primera con la que he tenido la oportunidad de vender y con gran aceptación. Claro, en esa época y a mis 11 años de edad yo no entendía mucho de eso y nunca vi un sólo céntimo (eso me tendría que aclarar mi mamá, jaja), sólo me contentaba cocinar. Es más; es cuando recuerdo que empezó mi gusto por la cocina y por aprender a inventar cada día más.
Por mi Nono y mi mami
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